miércoles, 27 de noviembre de 2013

PARA REFLEXIONAR

SANACIÓN Y PAZ INTERIOR

      Tu vida tienes que vivirla tú mismo, equivocarte, tropezar, acertar triunfar...
Sólo tú eres responsable de tus actos, de tu vida. A veces y muy frecuentemente, ante la adversidad tratamos de desahogarnos y buscar complicidad de otros, para sentir que no estamos tan equivocados, que nos den la razón...y no está del todo mal cuando logramos ver finalmente, a través de las palabras de otro que realmente estamos equivocados, y por ende nos sirve para remediar la situación. Nos hacemos conscientes de nuestros errores y de ellos aprendemos y crecemos.
 De todos modos es recomendable vivir nuestra propia vida sin involucrar a terceros, ser nosotros, seres individuales, afrontar nuestros problemas con objetividad y aprender a encontrar los errores solitos. Porque de esas experiencias en que alguien más le da un plus a lo que tú piensas, para que te sientas bien, resulta que si bien ese plus es lo que te hace reaccionar; ese alguien no se hará cargo del "valor agregado", y te hará responsable no sólo de tus errores sino también de ese "plus". Resumiendo, solucionas aquello que has confiado a un tercero, pero terminas con otro problema con esa persona.
 Moraleja, toma un lápiz y un papel y expresa ahí todo lo que piensas y sientes;  háblalo con el espejo, o consúltalo con la almohada como suele decirse.
  Busquemos las respuestas dentro nuestro, seamos nuestros propios jueces, sin castigarnos logremos aceptar que estamos equivocados y remediemos, siempre se está a tiempo si somos fieles a nosotros mismos.

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