SANACIÓN Y PAZ INTERIOR
Toda relación es un misterio, y dado que existe entre dos o más personas, depende de
ambos. Y en ese encuentro un nuevo mundo es creado. El sólo hecho del encuentro, es un
fenómeno que no ha ocurrido antes. Y esto cambia y transforma a ambas personas.
Una nueva cosa ha sucedido, una mujer existe como tal, cuando nace un niño, en ese mismo
momento nace una madre, lo mismo ocurre cuando una mujer se vuelve un amante, ya no es
la misma mujer. Tanto la madre como la amante es una nueva mujer, algo absolutamente
nuevo.
Toda relación es creada por uno, pero a su vez esa relación te crea. Cuando dos personas
se encuentran, son dos mundos que se encuentran, y es algo muy complejo. "Cada
persona es un mundo en sí mismo, un misterioso complejo con un largo pasado y un
futuro eterno".
Está relación es en principio un encuentro periférico, si crece en intimidad, se vuelve
más profundo, y si tú estás en tu centro, y él también lo está, estos centros comienzan
a encontrarse cada vez más ... y comienza lo que se llama AMOR.
Cuando el encuentro es periférico, son simplemente "conocidos", tocas a la persona desde
afuera, desde el borde, eso es "UN CONOCIDO", sabemos muchas veces a esto llamar "AMOR",
pero esto es una falacia: "ser un conocido no es AMOR". El amor es muy raro...
Llegar y encontrar a una persona en su centro, es pasar uno mismo por un gran cambio,
por una revolución. Porque si quieres encontrar a una persona en su centro, tendrás que
permitir que esa persona llegue también a tu centro. Para lo que debes volverte
vulnerable, abierto, lo que es un gran riesgo, es peligroso, porque nunca se sabe que es
lo que te hará esa persona, una vez que todos tus secretos son conocidos por él, una vez
que todo lo que ocultas de ti mismo queda al descubierto, quedas completamente
expuesto.
Allí aparece el miedo, y nos es muy difícil abrirnos, o directamente nunca nos
abrimos... y pasamos de una a otra persona como simples conocidos, y podemos pensar que
es el amor que ha sucedido, pero no es así, es sólo el encuentro de dos periferias, esta
periferia no eres tú, es la cerca que hay alrededor tuyo, es donde tú terminas y
comienza el mundo.
Hay parejas casadas y amantes que han vivido por años juntos, y que sólo han sido
conocidos, que nunca se han conocido realmente el uno al otro. Y hay situaciones en las
que cuando más vives con alguien, más te olvidas de que los centros han permanecidos
desconocidos.
Primera enseñanza: no tomes a los conocidos por amor.
Puede también que estés haciendo el amor, relacionándote sexualmente, pero esto también
es periférico. A no ser que los centros se encuentren, el sexo resulta sólo el encuentro
de dos cuerpos. Sólo el sexo es amor, cuando ambos en esa relación sexual, estén ambos
en su centro, en ese caso el sexo es sublime, es eterno...
Y ¿cuando permitimos que alguien entre en nuestro centro? Sólo cuando no tienes miedo,
cuando no eres temeroso... Por lo que sólo hay dos formas de vivir: "Orientados
hacia el miedo, u orientado hacia el amor".
Segunda enseñanza: Lo contrario al AMOR es el MIEDO.
La persona orientada hacia el amor, es alguien que no teme al futuro, que no le teme al
que tiene junto a él, que se abre, que se expone, que se brinda, que se pone en sus
manos... Que no le teme al resultado y a la consecuencia, "alguien que vive aquí y
ahora".
Krishna le dice a Arjuna en el Gita: "No te preocupes por los resultados, eso es
sólo tú mente orientada hacia el miedo". No pienses en lo que sucederá a
consecuencia de lo que hagas. Permanece aquí, nada más y actúa totalmente. No calcules,
no planees, no hagas arreglos, no te pongas a salvo. Toda tu vida se pierde de esta
manera. Vive el momento, lo demás es irrelevante. Si puedes estar en este momento, sólo
así puedes amar.
Tercera enseñanza: El amor es una rara flor, que no siempre florece. Y sólo
sucede cuando no hay miedo, nunca puede suceder antes.
Cuando no tienes miedo, no hay nada que ocultar, puedes ser abierto, retiras todas tus
fronteras y puedes invitar a que la otra persona penetre en ti hasta el centro mismo. Y
es regla, que siempre que permitas que alguien penetre en tí profundamente, él te
permitirá penetrar en él, porque cuando tú das el primer paso, y permites que penetre en
tí se crea una confianza; cuando no tienes miedo, el otro también se vuelve libre de
miedo.
Cuando una pareja, dos amantes, se tienen miedo, esto no es amor, es sólo un acuerdo
entre dos personas temerosas que dependen el uno del otro, peleando, explotándose,
manipulándose, controlándose, dominando, poseyendo, teniendo sexo,... pero no es
amor.
Para lograr el amor, debes abandonar el miedo, y tienes tanto miedo porque no puedes
ver... que amando no tienes nada que perder...
No hay nada que temer, no hay nada que perder, no hay nadie en contra tuyo... aún cuando
lo sientas... porque todos sólo se preocupan sólo en sí mismos, no de tí.
Medita sobre esto y permite que el otro entre en tí. No pongas barreras, sé un pasaje
siempre abierto, sin llaves, sin puertas cerradas...
Cuando dos centros se encuentran entonces hay amor. Y el amor es como un fenómeno
alquímico. Tal como si oxígeno e hidrógeno se encuentran, permiten entrar en ellos se
unen, se forma algo nuevo: agua, se ha creado agua... Pero si no entran uno en el otro,
si no se unen, puedes tener todo el hidrógeno del mundo, todo el oxígeno, y tienes
sed... De nada te servirán, la sed no se te irá.
OSHO
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