viernes, 3 de enero de 2014

EL MAESTRO LAO TSÉ DICE:

SANACIÓN Y PAZ INTERIOR
          Esto que existe por sí mismo es denominado Tao. El Tao no tiene ni nombre ni forma. Es esencia única, espíritu primordial. La Esencia y la Vida no pueden ser vistas. Están contenidas en la Luz Celeste.
  Les voy a revelar el secreto de la Flor de Oro del Gran Uno. Gran Uno es el hombre de aquel por sobre el cual no hay nada. La magia de la vida consiste en servirse de la acción para lograr la no acción. No se deben ignorar las etapas intermedias y desear penetrar directamente en el secreto.
  Los preceptos que nos fueron transmitidos nos invitan a emprender sin demora nuestro trabajo sobre la esencia. Al hacerlo debemos cuidarnos de no seguir un camino errado.
  La Flor de Oro es la Luz. Nos servimos de este término como una metáfora para designar el verdadero poder trascendente del Gran Uno.
  Si un hombre alcanza ese uno, se vuelve viviente, si no lo alcanza, muere. Pero aún si un hombre vive en el poder (el soplido o la respiración cósmica) no lo percibe, de la misma manera que los peces no ven el agua aunque viven en ella. Un hombre muere cuando no tiene un soplido vital, como los pescados mueren al ser privados del agua. Por esta razón los Maestros iniciados nos han enseñado a sujetarnos a lo primordial y a conservar al uno; esto es la circulación de la Luz. Conservando el verdadero poder prolongamos la duración de la vida y podemos, entonces, poner en marcha el método que apunta a crear un cuerpo inmortal.
  En consecuencia, solamente se debe hacer circular la Luz, allí reside el más profundo y el más maravilloso de los secretos. Si le permitimos a la Luz circular un tiempo suficientemente largo en un círculo, ella se solidifica. Ella es ahora el cuerpo espiritual natural. Es la condición de la cual se habló en el libro del sello del corazón: Silenciosamente vuelas hacia lo alto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario