HABLEMOS DE PAZ INTERIOR

SANACIÓN Y PAZ INTERIOR

¿POR QUÉ NOS ES TAN DIFÍCIL MANTENER LA PAZ INTERIOR?

Porque nos enfadamos por nuestros errores, nos resistimos a hacer realidad nuestras más grandes aspiraciones, queremos progresar en todas las áreas de la vida pero no nos gusta su precio
La revolución de estos conflictos estriba en discernir "lo que es" y eso nos lleva a la paz interior.
Vivir conociendo esta cualidad es estar tan bien sintonizado con el poder espiritual de la compasión y el amor y muy próximos a vivir la plenitud divina.

PERO ¿QUÉ ES ESTA PAZ PERSONAL E INTERIOR?

Ese sentido interior de bienestar emocional y espiritual, esa tranquilidad profunda que nos llega cuando somos capaces de desconectarnos de los pensamientos inquietantes, inútiles o amenazantes y alcanzar a comprender "lo que es".
Es el sentimiento bien fundado y de unión que tenemos cuando nos liberamos de preocupaciones, sufrimiento, dolor, stress, miedos, y somos conscientes de las incontables maravillas que nos da la vida.
Es el conocimiento de que todo está bien, la comprensión de que el "SER UNIVERSAL"  lo tiene todo bajo control.
Nos llega cuando nos apartamos mental, emocional y espiritualmente de los embrollos mundanos, de los conflictos o de nuestras responsabilidades mal comprendidas.
Se convierte en una realidad cuando trasladamos nuestro centro desde los problemas que no podemos resolver hasta una visión más elevada de comprensión del "por qué".  Trascendemos, dejamos caer la tristeza y las preocupaciones. La dicha que queda, es la paz.

¿CÓMO LOGRARLA?

Tenemos que desmontar algunos obstáculos personales que nos amenazan, el miedo al futuro y las lamentaciones por el pasado, tenemos que superar los baches de la envidia, los desvíos de la impaciencia, las calles sin salida de la terquedad y los puentes helados de la rigidez. Pero debemos viajar.

¿CÓMO ES EL CAMINO HACIA LA PAZ?

Pasa por la meditación trascendental. Por ejemplo: podemos ir conduciendo rabiosos por el tráfico y perdernos por completo la hermosa puesta del sol. La meditación nos ayuda a trasladar nuestra atención al momento presente y al control de nuestra mente y de nuestro espíritu. Nos trae a casa.
Destinar un rato cada día a meditar será el mejor de los remedios para todos los males que acechan al hombre actual. El camino de la meditación nos da otra perspectiva, nos damos cuenta de que nuestros conflictos interiores no son eternos, pero no debemos distanciarnos de nuestro deber de obrar. La energía que alimentó antes nuestra batalla interna puede ser ahora utilizada creativa y positivamente. Con la práctica nos volvemos centrados y serenos.